El sector del ascensor evoluciona siempre con un objetivo: mejorar la seguridad de los usuarios y de los técnicos que trabajan en él, y por eso las leyes que lo regulan también cambian. “Por una parte, la normativa europea EN 81-20 nos marca las pautas de diseño, construcción e instalación de ascensores para el transporte de personas y cargas y, por otro lado, la EN 81-50 nos define cómo deben realizarse los exámenes y ensayos de estos elevadores”, afirma Jordi Molinos, Director de Instalaciones de Aszende. Esta ley entró en vigor en abril del 2016 y cohabitó con las anteriores, la 81-1 y 81-2, hasta el 1 de septiembre de 2017, cuando dejaron de aplicarse. Jordi Molinos nos explica la importancia de esta nueva norma y por qué nuestro ascensor tiene que cumplir con los nuevos estándares.
¿Qué supone la nueva normativa EN 81-20/50?
Básicamente, la nueva normativa regula los requisitos técnicos de diseño de ascensores eléctricos e hidráulicos así como las reglas de diseño, exámenes, cálculos y ensayo de los componentes de seguridad. Y para eso:
Se hace un seguimiento exhaustivo de todos los componentes de seguridad desde su fabricación hasta su colocación en la ubicación final y su funcionamiento.
Se aumenta también la resistencia de todos los elementos del ascensor, indicando las pruebas que deben realizarse para constatar su cumplimiento.
Se integran nuevos elementos de seguridad como enclavamiento mecánico en las puertas de cabina, zonas de seguridad definidas y señalizadas para los operarios que realicen trabajos de mantenimiento y señales acústicas de movimiento de cabina en inspección, entre otros.
También, para facilitar las labores de mantenimiento, se ha integrado una nueva botonera de inspección en el foso del ascensor y otra en su cuadro de maniobra.
Asimismo, se ha dotado la maniobra de un selector para poder puentear las series del ascensor y averiguar dónde podemos tener una avería, sin realizar puentes en la maniobra (que están prohibidos).
Además de infinidad de sistemas de control eléctricos dirigidos a evitar cualquier fallo de los elementos que integran el ascensor, así como una serie de pruebas y ensayos que se deben realizar para garantizar el cumplimiento de todos los puntos de dicha norma y el correcto funcionamiento de la instalación.
¿Cómo afecta la normativa EN 81-20/50 a los ascensores ya instalados que no estén adaptados?
Todos los ascensores que se han comercializado a partir de 1 de septiembre de 2017 deberán cumplir con la norma, por lo que todo ascensor que esté a medio montar no va a poder legalizarse sin su cumplimiento. Debido al gran número de elementos que se han modificado, no es viable adaptar ascensores fabricados previamente y lo más económico será proceder a la sustitución del mismo por uno que cumpla la normativa EN 81-20/50.
¿Por qué es tan importante la adaptación a la normativa EN 81-20/50?
Esta nueva norma pretende adaptar el ascensor a los nuevos estándares de seguridad y medio ambiente que se están implantando en nuestra sociedad. Además, el ascensor se ha convertido en uno de los principales medios de transporte en el mundo, con lo que la nueva norma se ha nutrido de toda esta experiencia.
¿En qué afecta al cliente?
Con la aplicación de la norma se consigue que el ascensor sea un medio de transporte seguro, confortable, rápido y eficiente. El cambio de norma no tiene una repercusión económica significativa para los ascensores de nueva contratación.
¿Qué ocurre si el ascensor no se adapta a la nueva normativa?
No se puede legalizar un ascensor que no cumpla la nueva normativa. No se puede poner en funcionamiento.